miércoles, 14 de noviembre de 2007

En este informe haremos hincapié en el uso de las TICs para mejorar la educación en las sociedades contemporáneas. Además, se mencionan diferentes proyectos, como el de Nicholas Negroponte, destinados a promover una integración de la mayor cantidad posible de niños y jóvenes a las nuevas tecnologías de la información.
Los cambios que se están produciendo con motivo del imparable desarrollo e implantación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) son enormes. Ante este fenómeno, resulta urgente y necesario valorar lo mejor posible sus repercusiones, alcance y trascendencia. Más aún, si cabe, en el terreno de la Educación con mayúsculas. Es evidente que las TICs pueden jugar un papel de primera magnitud en los procesos educativos tendientes a capacitar al educando para que llegue a desarrollar su propio potencial educativo. Sin embargo, estamos frente a problemas derivados del mal uso que a veces se hace de las TICs y que no son debidos a la propia naturaleza de ellas. Se trata, por lo tanto, de que ese uso venga acompañado de una adecuada y completa formación y, al mismo tiempo, de introducir e integrar adecuadamente las TICs en los modelos y paradigmas educativos que parten de la consideración de la plenitud del ser humano.
En la enseñanza tradicional, sin embargo, se ponía énfasis en lo que el profesor podía enseñar a sus alumnos. Actualmente, por el contrario, predomina la visión de la Educación como un proceso que debe capacitar al educando para que llegue a desarrollar su propio potencial educativo, o sea, para que aprenda a conducir su propia actividad educativa a lo largo de toda su vida. Hablamos, por tanto, de una educación permanente que tiene como uno de sus principales pilares el que las personas “aprendan a aprender”.
El papel que pueden desempeñar las TICs en estos procesos es fundamental. En este sentido, cabe pensar en ellas como poderosas herramientas para la renovación didáctica y pedagógica. Esta, al menos, sería la teoría; pero ¿hasta qué punto las cosas están sucediendo realmente así?
Cuando hablábamos de la trascendencia de la educación permanente, no nos referíamos a la necesidad de estar constantemente re-aprendiendo lo que también constantemente estamos olvidando, sino a la importancia y necesidad de saber cada día más y más cosas distintas, mediante la continua incorporación de nuevos contenidos a los que ya se poseen y su consiguiente recombinación. Del mismo modo, aunque sin duda es importante que el conocimiento tenga un valor práctico, el valor del conocimiento, como tal, va más allá de un estricto pragmatismo.
Por otro lado, uno de los mayores riesgos está, a nuestro juicio, en esa exigencia de velocidad, vértigo e inmediatez que aparentemente caracteriza a las TICs, al mundo de la comunicación, y por extensión (según se pretende ver) al propio conocimiento. Sin embargo, la verdadera y eficaz construcción del conocimiento exige justamente lo contrario. Como dice Muñoz Molina (2001: 100):
“Todo lo valioso tarda en aprenderse, y por eso es tan necesario el sosiego y la lentitud, que también se aprenden, porque lo natural en nosotros quizá sea el apetito atolondrado, el deseo de la fruición instantánea.”
Son el dinamismo y agilidad malentendidos y la prisa asociados al uso de las TICs, así como el hecho de la enorme cantidad y rápido crecimiento de la información disponible, los que dan lugar al aturdimiento y confusión tan frecuentes en bastantes usuarios de las TICs. Estos, cuando por ejemplo hacen uso de ellas para navegar en la Red, van “picoteando” multitud de cosas de aquí para allá sin darse tiempo ni opción a asimilarlas. Sobradamente conocidos son los casos de estudiantes que presentan sus trabajos como si fueran collages hechos totalmente a base de cortar y pegar desde páginas diversas encontradas en Internet o en enciclopedias informáticas al uso, sin ni siquiera haberse tomado la molestia de leer (ya no decimos, comprender) el contenido concreto de lo que han elaborado.
Con todo lo dicho no pretendemos, en absoluto, situarnos en el bando de los detractores de las TICs. Es más, pensamos que en estos temas no se debe caer en el reduccionismo extremo del axioma: “o estás conmigo incondicionalmente o estás contra mí”. Pero lo que sí queramos dejar claro es que los medios no deben confundirse con los fines y que el uso de las TICs, por sí solo, no garantiza ni la renovación de las formas pedagógicas ni la mejora de los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Pero de la misma manera que decimos esto, también afirmamos que aun cuando sea cierto que las propias características de las TICs pueden favorecer actitudes y comportamientos no deseados como los antes descritos, no es ni mucho menos inevitable que esto ocurra. Más bien el problema está, fundamentalmente, en una cuestión de mal uso. Porque si bien es cierto que los medios determinan en gran medida los mensajes, los medios no son los mensajes, ni para bien ni para mal. De hecho, nada hay en las TICs, como tales, que impida que se lleven a cabo los esfuerzos de procesamiento y análisis imprescindibles para que se produzca un verdadero aprendizaje; todo lo contrario.
Por tanto el “quid de la cuestión” está en que para que las tecnologías de la información y la comunicación cumplan el papel deseado en los distintos ámbitos educativos, y para que los medios, en sí mismos, resulten verdaderamente educativos, es imprescindible que su uso venga acompañado de una adecuada y completa formación en todo lo que respecta a ellos. Sólo así se conseguirá que el alumnado sea de verdad protagonista de su aprendizaje. No se trata, pues, de tener que inventar nuevos modelos o paradigmas del aprendizaje. Se trata de introducir las TICs en los modelos ya existentes (constructivismo, aprendizaje significativo, aprendizaje por descubrimiento…) de forma que lejos de constituir un elemento extraño, o incluso un obstáculo a los fines y propósitos de la Educación, sean herramientas plenamente integradas que contribuyan eficazmente a la construcción del proyecto-persona.
Veamos ahora algunos aspectos que hay que tener en cuenta para el rol del alumno y del profesor dentro de las TICs, para mejorar la educación:
a) Evidencia de cambios significativos en las prácticas y roles tradicionales de profesores y alumnos.
b) Rol primordial de la tecnología. Las TICs como una necesidad intrínseca en el desarrollo de la experiencia.
c) Comprobación de resultados y logros obtenidos por los alumnos en diferentes ámbitos, es decir, que tenga algún grado de evaluación.
d) Sustentabilidad y transferibilidad de la experiencia. Prácticas que sean potencialmente sostenibles en el establecimiento y transferibles al interior del mismo o hacia otros establecimientos. No califican las experiencias consideradas «estrellas», es decir, aquellas experiencias que no reflejen la realidad promedio del sistema educacional.
e) Experiencia vista como una innovación pedagógica. En tal sentido se consideró:
• La planificación: por ejemplo, experiencias que den cuenta de trabajo flexible, diseño colaborativo de docentes o entre docentes y alumnos, apoyo de herramientas computacionales.
• Proceso de enseñanza-aprendizaje: cómo se desarrolla la experiencia en el aula, dinámica de trabajo grupal, apoyo de recursos tecnológicos y otros.
• Evaluación: experiencias que utilicen métodos de evaluación de proceso y resultados con retroalimentación formativa hacia los estudiantes, evaluación de pares, autoevaluación. Utilización de software, sistemas de registro automático de acciones u otros considerados no típicos.
En nuestro país se quiere llevar a cabo el proyecto de una laptop por niño, realizado por Nicholas Negroponte (fundador del Laboratorio de Medios del MIT), pero recién comenzarán a desarrollarse cuando los gobiernos interesados lo pidan, y se comprometan a comprar al menos un millón de las 15 millones de máquinas que se producirían. Las laptops cuentan con cuatro puertos USB y pueden vincularse y compartir una conexión utilizando redes inalámbricas "en malla". La computadora portátil, podrá ser utilizada como una computadora convencional o un libro electrónico. O podrá ser usada como una consola para juegos e incluso como televisión. "La idea es que cumpla muchos roles", afirmó Negroponte, "esta es la teoría de que el aprendizaje no debe tener barreras".
Además se presentaron las computadoras ITP C, en el marco de las investigaciones que educ.ar está realizando sobre usos educativos los modelos 1:1. Estas pequeñas unidades permiten tener en pantalla verdaderos laboratorios científicos portátiles, compartibles y con todas las funcionalidades de lo virtual. Desde hace meses, educ.ar viene realizando investigaciones sobre los modelos 1:1. Equipamiento, logística, usos pedagógicos, metodologías son los aspectos en los que se está trabajando para pensar innovaciones desde estas tecnologías educativas de punta para la educación de la Argentina. Este proyecto consiste en unos equipos portátiles de bajo costo que funcionan como computadoras –con algunas particularidades como pantalla táctil–, pero sobre todo como terminales de datos. Tienen la posibilidad de conectarse a sensores para la recolección de información, y softwares instalados para procesarla, cruzarla, graficarla. Así, por ejemplo, los chicos más chicos pueden llevar la computadora a una salida de campo y registrar la temperatura y la humedad; los más grandes, resolver problemas de física y química observando representaciones de datos en tiempo real. Las computadoras pueden además conectarse con robots.
En todos los casos, las unidades funcionan en red, los contenidos pueden compartirse entre los alumnos, o entre los alumnos y el docente (supervisar, corregir, compartir, enviar mensajes a una o varias terminales) en el aula o a distancia. También se presentaron algunos softwares educativos desarrollados para usar con estos equipos o en forma independiente, orientados a las ciencias y la matemática. Un verdadero laboratorio de química virtual, una plataforma de simulación de fenómenos físicos, una propuesta de juegos para ejercitar el pensamiento acompañados de elementos corpóreos son algunas de las ofertas.
Estas funcionalidades y soluciones pueden implementarse de muchas maneras, pero sin duda invitan a pensar potenciales transformaciones educativas. Por ejemplo, el hecho de que cada chico disponga de un laboratorio es una excelente oportunidad para el trabajo por problemas; la conexión en red es una buena plataforma para proyectos colaborativos; la portabilidad posibilita trabajos vinculados con el entorno. Aunque no necesariamente están pensadas para usos 1:1, el hecho de tener estos laboratorios portátiles puede ser la base para actividades innovadoras en todas las escuelas, clubes de ciencias e instituciones de formación. Sin caer en el determinismo tecnológico ni en formulas mágicas que piensan que el equipamiento soluciona todos los problemas, equipos y propuestas como las de ITP C con una distribución igualitaria, con buenos criterios y contenidos de uso y con docentes capacitados crean las condiciones para un cambio de escala de la educación argentina, que la acercaría a un mundo en el que la información y el conocimiento se construyen, circulan y se comunican en forma cualitativamente diferente de las de sólo unas décadas atrás.
Las TICs tienen un rol vital que desempeñar en el desarrollo, no sólo acelerando el crecimiento económico, sino también haciendo un gran aporte a la educación de los estudiantes. Para este propósito, las TICs deberán ser correctamente desarrolladas, y las políticas de TIC deberán ser guiadas por estrategias nacionales con objetivos claramente definidos.
Existen muy buenas posibilidades para que las iniciativas para el desarrollo de las instituciones educativas puedan usar las TICs como herramienta, tanto a nivel de comunidades, como a nivel nacional e internacional. Todos los actores interesados deberán mostrar su compromiso con el uso de las TICs como un elemento necesario en el éxito de los esfuerzos para el desarrollo de la educación.